Homilías - Dios actúa en todos - Domingo 26º T.O. (B)




P. José Ramón Martínez Galdeano, S.J.†

Lecturas: Nm 11,25-29; S.18; St 5,1-6; Mc 38-43.45.47-48

Preserva a tu siervo de la arrogancia


Desde un punto de vista literario –la forma como está escrita– la perícopa evangélica de hoy (recuerden que perícopa llaman los especialistas a un fragmento cualquiera de la Biblia) tiene dificultades. Es continuación inmediata a la del domingo pasado. Empieza con una rotura abrupta del tema de los niños, defendiendo la obra de quienes invocan a Cristo pero no son de los de Cristo; luego se pasa al premio de los que ayuden a los apóstoles de Cristo, se vuelve a los niños condenando a los que los escandalizan, es decir a los que de cualquier forma los desvían hacía el mal; y, por fin, se exhorta a todos a apartar de sí cualquier cosa u ocasión que le lleve al pecado grave. Por otro lado, fuera de la primera normativa –la referente al exorcista– las demás no ofrecen mayores dificultades de comprensión, sino que parecen obvias.

No olvidemos que el evangelio de Marcos tiene como origen la catequesis de Pedro en Roma. Este punto de vista explica mejor la lógica interna de esta perícopa o fragmento. Es normal que en una explicación catequética un tema, una palabra, un detalle suscite la pregunta por otra cosa muy diferente. De alguna manera la situación incómoda de la llamada a la humildad pudo haber provocado la búsqueda de una salida o haber suscitado el remordimiento de la prepotencia demostrada con el exorcista, que no era sino una persona de buena voluntad. Luego vienen unas sentencias concatenadas unas con otras de modo que una idea o una palabra recuerde la siguiente con un ritmo que favorece la memoria: “el que no está contra nosotros está a nuestro favor” (en griego: “a favor de nosotros”). El texto original griego lo hace más claro que la traducción castellana y, retraduciendo la perícopa al arameo este elemento memorizador es aún más claro: “El que escandalice a uno de estos pequeños … Si tú mano te hace caer (en griego “te escandaliza… más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno… Y si tu pie… Y si tu ojo…”.

De mi reflexión personal sobre los textos me parece que la perícopa del exorcista está en su momento histórico, pues San Lucas también la pone ahí. El resto está en este lugar del evangelio de Marcos por razones de pedagogía catequética, reuniendo, como he aclarado, varias normas importantes de conducta y valoración cristianas. Posiblemente refleja el modo de la catequesis de Pedro en Roma.

Pedro catequiza en Roma a catecúmenos y neófitos (recién bautizados) en general paganos (no judíos). Les está enseñando lo fundamental de las riquezas de la fe y de la conducta cristiana. No están, ni siquiera los todavía no bautizados, los catecúmenos, del todo vacíos: han creído en Jesucristo y los bautizados han recibido la gracia santificante y sólo Dios sabe de sus virtudes y aun dones y carismas del Espíritu. Aquel exorcista, que no era discípulo, pero que expulsaba demonios invocando el nombre de Jesús demuestra que la gracia de Dios, el atractivo de Cristo, actuaba y actúa fuera de los límites de los discípulos y de los bautizados. Dios claro que da su gracia y dones a los sacerdotes –estamos en el año de la santidad sacerdotal –y a los religiosos y religiosas; pero no sólo a ellos. Dios actúa en todos, en los niños, como recordé el domingo pasado, pero también en todos ustedes, los laicos, a veces aun de poca formación intelectual, que pueden llamarse por humildad neófitos, si quieren. Yo les hablo a Ustedes como les hablo, porque estoy convencido de que todos ustedes pueden y Dios quiere que sean sensiblemente más santos de lo que son, porque quiere darles gracias y dones del Espíritu muy abundantes. Lo que hace falta es que Ustedes crean y se dejen llevar por el viento del Espíritu. ¿Están ustedes contra Cristo o a favor de Cristo? Entonces ¿qué impide el que Dios haga con ustedes lo que hacía con el exorcista? Una vez más: “El justo vive de la fe”. “Si crees todo es posible al que cree”. Oren, pues, por la conversión de los pecadores, por la Iglesia, el Papa y los obispos, la santidad de los sacerdotes, por la paz, por la curación de los enfermos; pidan a Dios incluso milagros; oren, ofrezcan sacrificios y penitencias, lean la Biblia y los libros santos, instrúyanse para dar razón de su esperanza a personas de buena voluntad que se cruzan en su camino. Nadie les puede prohibir el que hagan el bien en nombre de Cristo.

Este caso tiene también otra interpretación posible. Pedro catequiza en Roma antes de que se haya producido la primera persecución de Nerón. La comunidad cristiana de Roma va creciendo entre el pueblo e incluso hay datos en las altas esferas de la administración pública; Pablo se encuentra en Roma, cuando llega preso, con una comunidad cristiana, que le acoge, le costea una casa y le visita sin mayores dificultades. En ese clima no es extraño que algunos paganos miren con simpatía a los cristianos y a su mensaje, e incluso les traten con deferencia y ayuden a sus pobres con limosnas. Tales paganos –o judíos que están en el mismo caso– estarían representados por el exorcista. No pertenecen al grupo de seguidores de Cristo, pero los admiran y se inclinan a favorecerlos. El texto añade “Todo aquel que les dé a beber un vaso de agua, --sea o no de Cristo– por ser ustedes de Cristo, les aseguro que no se quedará sin recompensa”.

Tal recompensa es claro que no se refiere a riquezas o bienes de este mundo, sino sobre todo a los bienes del Reino, los que trae Jesús, al “agua que salta hasta la vida eterna” de la que habló a la pecadora samaritana que le dio precisamente un vaso de agua (Jn). El texto es así una invitación a aceptar y confiar en la misteriosa obra de la gracia de Dios. No sólo en los que estamos en la Iglesia obra el Espíritu de Dios. En la primera lectura vimos cómo el Espíritu no se limitó a Moisés y a los que entraron con él en la Tienda del Encuentro. También a los que no están en la Iglesia Dios da, cuando quiere, su gracia y su Espíritu. Gente que invoca a Dios, que procura cumplir con la ley moral, que ayuda a otros con limosnas o con obras de caridad. Es posible que no pocos de ustedes se codeen con personas de otras religiones y aun ateos. No disputen con ellos. Trátenles con bondad. Fíjense en aquello en que coinciden y denles la razón en ello. Sobre todo procuren llevar sus cruces con paciencia y aun alegría. Procuren, eso sí, dar razón de su esperanza (y para ello infórmense y pregunten). Y dejen a Dios que siga obrando.

En cuanto al escándalo de los “pequeños que creen” llama la atención la extraordinaria severidad del castigo que merecen. Habla el Dios misericordioso, que ha venido a salvar a los pecadores. El término “los pequeños que creen” se refiere a los niños, que sintonizan tan fácil con la fe, que están normalmente tan abiertos a Dios. Piensen, padres y madres, en sus hijos; los maestros y educadores en sus alumnos; piensen en ese intervalo del paso de la adolescencia. No abdiquen de su responsabilidad.

Con humildad de niños pidamos al Señor que nos ayude y a María que interceda por nosotros en nuestro diario caminar. “Preserva a tu siervo de la arrogancia, para que no me domine; así quedaré libre e inocente del gran pecado” (el de la soberbia).


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Voz de audio: Guillermo Eduardo Mendoza Hernández.
Legión de María - Parroquia San Pedro, Lima. 
Agradecemos a Guillermo por su colaboración.

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P. José Ramón Martínez Galdeano, jesuita
Director fundador del blog





"Más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino..."


P. Adolfo Franco, S.J.
Comentario del Evangelio del Domingo 26º del Tiempo Ordinario
Mc 9, 37-42. 44. 46-47


Entre las varias enseñanzas que contiene este párrafo del Evangelio de San Marcos, hay un grupo de ellas que se refiere al escándalo, y a la gravedad de ese comportamiento.

Como la palabra escándalo a veces se usa con significados diversos, es bueno aclarar a qué se refiere Cristo en estas enseñanzas: escándalo es una acción inmoral, que por mal ejemplo, induce a otro al mal. Y Cristo lo reprueba con tal vehemencia que afirma: "El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar".

Es necesario tener muy en cuenta esta lección del Evangelio hoy en día, en que tantos comportamientos que incluso se generalizan infectan el ambiente social, y así se produce el contagio del pecado.

Tanto se habla de la necesidad de preservar el medio ambiente, y de la importancia que éste tiene para el bienestar de la humanidad. Y es verdad que hay que preservar el medio ambiente para que no se deteriore nuestra vida en el planeta. Pero además de cuidar la "ecología de la naturaleza, del aire y del paisaje", hay que cuidar de esa otra "ecología social", que es el clima de valores, y de principios que creamos a nuestro alrededor, como atmósfera, y que tanto influye en las conductas de los individuos particulares. Cuando arrojamos al medio ambiente social tantos elementos contaminantes, tantos actos de corrupción, estamos produciendo escándalo.

Tenemos que reconocer que en nuestra atmósfera social hay partículas suspendidas, que respiradas por las conciencias, las perjudican y las envenenan. Hay, por ejemplo, un erotismo exagerado, que puede ser causante de muchas desviaciones, y de una desvalorización del amor; esto produce tantas conductas perversas, de las cuales después nos alarmamos hipócritamente. Existe una tremenda permisividad, que confunde libertad con libertinaje. Existe una civilización del dinero, como la meta suprema a la que hay que sacrificar energías, y a veces la propia dignidad y la familia. Hay una pérdida de estima de la vida y de la paz: la violencia, el aborto, el terror, la venganza. Todo esto flota en la atmósfera social que respiramos. Y es patente que las atmósferas sociales son producto de todas las conductas de todos los individuos de una sociedad.

Pero hay algunos más responsables, por la mayor capacidad de influjo que tienen en la sociedad, y por la mayor difusión que alcanzan con sus actuaciones. Es indudable que cuanto más liderazgo ejerce una persona, mayor influjo tiene a su alrededor. Las autoridades (en cualquier ámbito de la sociedad) tienen mayor influjo que los simples ciudadanos. Los medios de comunicación social tienen un poder de influjo enorme, y cada vez mayor. Y pueden hacer atractiva cualquier conducta desarreglada. A veces, por un afán sensacionalista, convierten al "malo de la película" en héroe, por la forma de presentar el personaje.

Todos tenemos una grave obligación de mejorar la atmósfera social que respiramos. Y Jesús, el buen Jesús, es tremendamente duro con los que escandalizan: “más les valdría que les colgasen una piedra de molino y los arrojasen al mar”. Es que inducir al pecado es lo más nefasto que se puede hacer. Y esto termina pervirtiendo de tal forma la sensibilidad de la conducta, que llegamos a llamar progreso a lo que es simplemente degeneración. Esto indica que la contaminación de la atmósfera moral ha abierto un tremendo agujero en el “ozono protector” y que nuestra misma civilización (si es que es civilización) puede ser engullida por sus mismas desviaciones.
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Agradecemos al P. Adolfo Franco, S.J. por su colaboración.
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Liturgia de la Palabra: Sábado 03 de Octubre

Santoral


Lecturas de la liturgia
  • Primera Lectura: Baruc 4,5-12.27-29
    "El que os mandó las desgracias os mandará el gozo"

    Ánimo, pueblo mío, que llevas el nombre de Israel. Os vendieron a los gentiles, pero no para ser aniquilados; por la cólera de Dios contra vosotros os entregaron a vuestros enemigos, porque irritasteis a vuestro Creador, sacrificando a demonios y no a Dios; os olvidasteis del Señor eterno que os había criado, y afligisteis a Jerusalén que os sustentó. Cuando ella vio que el castigo de Dios se avecinaba dijo: "Escuchad, habitantes de Sión, Dios me ha enviado una pena terrible: vi cóm el Eterno desterraba a mis hijos e hijas; yo los crié con alegría, los despedí con lágrimas de pena. Que nadie se alegre viendo a esta viuda abandonada de todos. Si estoy desierta, es por los pecados de mis hijos, que se apartaron de la ley de Dios. Ánimo, hijos, gritad a Dios, que el que os castigó se acordará de vosotros. Si un día os empeñasteis en alejaros de Dios, volveos a buscarlo con redoblado empeño. El que os mandó las desgracias, os mandará el gozo eterno de vuestra salvación."

  • Salmo Responsorial: 68
    "El Señor escucha a los pobres"

    El Señor escucha a los pobres.

    Miradlo, los humildes, y alegraos, / buscad al Señor, y vivirá vuestro corazón. / Que el Señor escucha a sus pobres, / no desprecia a sus cautivos. / Alábenlo el cielo y la tierra, / las aguas y cuanto bulle en ellas. R.

    El Señor salvará a Sión, / reconstruirá las ciudades de Judá, / y las habitarán en posesión. / La estirpe de sus siervos la heredará, / los que aman su nombre vivirán en ella. R.

  • Evangelio: Lucas Lucas 10,17-24
    "Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo"

    En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron muy contentos y dijeron a Jesús: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre." Él les contestó: "Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo."

    En aquel momento, lleno de la alegría del Espíritu Santo, esclamó: "Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar." Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: "¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que veis vosotros, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron."



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Nuestra Señora de las Mercedes


Fiesta 24 de Septiembre


La Santísima Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco, en 1218, recomendándole que fundara una comunidad religiosa que se dedicara a auxiliar a los cautivos que eran llevados a sitios lejanos. Esta advocación mariana nace en España y se difunde por el resto del mundo.
San Pedro Nolasco, inspirado por la Santísima Virgen, funda una orden dedicada a la merced (que significa obras de misericordia). Su misión era la misericordia para con los cristianos cautivos en manos de los musulmanes. Muchos de los miembros de la orden canjeaban sus vidas por la de presos y esclavos. Fue apoyado por el rey Jaime el Conquistador y aconsejado por San Raimundo de Peñafort.
San Pedro Nolasco y sus frailes muy devotos de la Virgen María, la tomaron como patrona y guía. Su espiritualidad es fundamentada en Jesús el liberador de la humanidad y en la Santísima Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora.
En 1272, tras la muerte del fundador, los frailes toman oficialmente el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cautivos, pero son mas conocidos como mercedarios. El Padre Antonio Quexal en 1406, siendo general de la Merced, dice: "María es fundamento y cabeza de nuestra orden".
Esta comunidad religiosa se ha dedicado por siglos a ayudar a los prisioneros y ha tenido mártires y santos. Sus religiosos rescataron muchísimos cautivos que estaban presos en manos de los feroces sarracenos.
El Padre Gaver, en 1400, relata como La Virgen llama a San Pedro Nolasco y le revela su deseo de ser liberadora a través de una orden dedicada a la liberación.
Nolasco la pide ayuda a Dios y, en signo de la misericordia divina, le responde La Virgen María diciéndole que funde una orden liberadora.
Desde el año 1259 los padres Mercedarios empiezan a difundir la devoción a Nuestra Señora de la Merced (o de las Mercedes) la cual se extiende por el mundo.
América
Los mercedarios llegan al continente americano y pronto la devoción a la Virgen de la Merced se propaga ampliamente. En República Dominicana, Perú, Argentina y muchos otros países, la Virgen de la Merced es muy conocida y amada.
NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED
ESPAÑA
En los últimos siglos de la Edad Media, los arabes tenían en su poder al sur y el levante español y sus vidas en vilo. Los turcos y sarracenos habían infestado el Mediterráneo, y atacaban a los barcos que desembarcaban en las costas llevándose cautivos; a muchos.
Un alma caritativa, suscitada por Dios, a favor de los cautivos, fue San Pedro Nolasco, de Barcelona, llamado el Consul de la Libertad. Se preguntaba como poner remedio a tan triste situación y le rogaba insistentemente a la Virgen Maria.
Pronto empezó a actuar en la compra y rescate de cautivos, vendiendo cuanto tenía. La noche del 1 de agosto de 1218, Nolasco estando en oracion, se le apareció la Virgen Maria, le animó en sus intentos y le transmitió el mandato de fundar la Orden Religiosa de la Merced para redención de cautivos. Pocos días después, Nolasco cumplía el mandato. Los mercedarios se comprometían con un cuarto voto: liberar a otros más cebiles en la fe quedando como rehenes, si fuera necesario.
De este modo, a través de los miembros de la Nueva Orden, la Virgen María, Madre y Corredentora, Medianera de todas las gracias, aliviaría a sus hijos cautivos y a todos los que suspiraban a ella, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. A todos darìa la merced de su favor.
La Virgen María tendrá desde ahora la advocación de la Merced, o más bello todaváa en plural: Nuestra Señora de las Mercedes, indicando así la abundancia incontable de sus gracias. ¡Hermosa advocacion y hermoso nombre el de Mercedes!
Nuestra Señora de las Mercedes concedería a sus hijos la merced de la liberación. Alfonso X el Sabio decia que "sacar a los hombres de cautivo es cosa que place mucho a Dios, porque es obra de la Merced".
Bajo la protección de Nuestra Señora de la Merced, los frailes mercedarios realizaron una labor ingente. Como ingentes fueron los sufrimientos de San Pedro Nolasco, San Ramon Nonato y San Pedro Armengol. Y no faltaron martires como San Serapio, San Pedro Pascual y otros muchos.
El culto a Nuestra Señora de la Merced se extendió muy pronto por Cataluña y por toda España, por Francia y por Italia, a partir del siglo XIII. El año 1265 aparecieron las primera monjas mercedarias. Los mercedarios estuvieron entre los primeros misioneros de América. En la Española o República Dominicana, por ejemplo, misionó Fray Gabriel Téllez (Tirso de Molina).
Barcelona se gloría de haber sido escogida por Nuestra Señora de la Merced como lugar de su aparición y la tiene por celestial patrona. ''¡Princesa de Barcelona, protegiu nostra ciutat!"
En el museo de Valencia hay un cuadro de Vicente López en el que varias figuras vuelven su rostro hacia la Virgen de la Merced, como implorándole, mientras la Virgen abre sus brazos y extiende su manto, cubriendolos a todos con amor, reflejando asi su título de Santa María de la Merced.
NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES DE TUCUMÁN
ARGENTINA
Tucumán, fue fundada por don Diego de Villarroel en 1565, pero el día de Nuestra Señora de las Mercedes de 1685 fue trasladada al sitio actual.
El Cabildo en 1687 nombró a Nuestra Señora de las Mercedes como Patrona y Abogada de la ciudad, por los muchos favores que la Virgen dispensó a los tucumanos.
La victoria argentina en la batalla de Tucumán del 24 de septiembre de 1812, es acreditada a Nuestra Señora de las Mercedes. En ella se decidió la suerte de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Los españoles eran unos tres mil y los argentinos apenas mil ochocientos. Belgrano, el general argentino, puso su confianza en Dios y en Nuestra Señora de las Mercedes, a quien eligió por Patrona de su Ejército.
En la mañana del 24 de septiembre de 1812, día del combate, el general Belgrano estuvo orando largo rato ante el altar de la Virgen. El ejército argentino obtuvo la victoria. En el parte que transmitió al Gobierno, Belgrano hizo resaltar que la victoria se obtuvo el día de Nuestra Señora de las Mercedes, bajo cuya protección se habían puesto las tropas.
El parte dice textualmente: 'La patria puede gloriarse de la completa victoria que han tenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de las Mercedes bajo cuya protección nos pusimos ".
El general Belgrano puso en manos de la imagen de la Virgen su bastón de mando. La entrega se efectuó durante una solemne procesión con todo el ejército, que terminó en el Campo de las Carreras, donde se había librado la batalla.
Belgrano se dirigió hacia las andas en que era conducida la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, y le entregó el bastón que llevaba, poniéndolo en las manos de la Virgen y proclamándola como Generala del Ejército.
Al tener conocimiento de estos actos de devoción las religiosas de Buenos Aires, remitieron a Belgrano cuatro mil escapularios de Nuestra Señora de la Merced para que los distribuyera a las tropas. El batallón de Tucuman se congregó antes de partir rumbo a Salta, frente al atrio del templo de Merced, donde se les entregaron los escapularios, tanto los jefes como oficiales y tropas los colocaron sobre sus uniformes.
El 20 de febrero de 1813 los argentinos que buscaban su independencia se enfrentaron nuevamente con los españoles en Salta. Antes de entrar en combate, Belgrano recordó a sus tropas el poder y valimiento de María Santísima y les exhortó a poner en Ella su confianza. Formuló también el voto de ofrendarle los trofeos de la victoria si por su intercesión la obtenía.
Con la ayuda de la Madre de Dios vencieron nuevamente a los españoles, y de las cinco banderas que cayeron en poder de Belgrano, una la destinó a Nuestra Señora de las Mercedes de Tucumán, dos a la Virgen de Luján y dos a la Catedral de Buenos Aires. A partir del año 1812, el culto a Nuestra Señora de las Mercedes adquiere una gran solemnidad y popularidad. En 1813, el Cabildo de Tucumán pide al gobierno eclesiástico la declaración del vicepatronato de Ntra. Sra. de las Mercedes "que se venera en la Iglesia de su religión" y ordena de su parte que los poderes públicos celebren anualmente su fiesta el 24 de septiembre . La Autoridad Eclesiástica, por Decreto especial, declara el 4 de septiembre de 1813 festivo en homenaje a Nuestra Señora de las Mercedes el 24 de septiembre.
Después del 31 de agosto de 1843, es declarada oficialmente Vice Patrona, jurando su día por festivo y disponiendo se celebre cada año una Misa solemne con asistencia del Magistrado y que por la tarde se saque la imagen de la Santísima Virgen en procesión, como prueba de gratitud por los beneficios dispensados.
Al cumplirse el centenario de la batalla y victoria de Tucumán, la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes fue coronada solemnemente, en nombre del Papa San Pio X, en 1912.
El 22 de junio de 1943, el Presidente de la República, General Pedro P. Ramirez, por decreto aprobado el día anterior con sus ministros, dispuso por el artículo 1ro.: "Quedan reconocidas con el grado de Generala del Ejército Argentino: la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Mercedes, y la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen".
Los artículos 2,3 y 5 se refieren a la imposición de la banda y faja que corresponde a los generales de la nación. El gobierno Argentino proclama así, solemnemente, ante el mundo, su religiosidad.
En 1945, el Gobierno Nacional designó a Nuestra Señora de las Mercedes Patrona Principal de la Aeronáutica Militar.
En Santa Fe la imagen se venera en el templo del Milagro, Paraná se venera en la catedral, en Córdoba en la Iglesia de los Padres Mercedarios, y así en muchos otros lugares.
Oración a Nuestra Señora de la Merced
Generala del Ejército Argentino
A ti recurrimos, oh Virgen Generala de nuestros Ejércitos, para implorar tu maternal protección sobre esta Patria Argentina.
Te recordamos que aquí se alzó el altar donde se glorificó a Jesús Eucarístico ante el mundo entero; que nuestra bandera se izó en la presencia augusta de tu divino Hijo; que los colores nacionales cruzan sobre tu pecho cual blasón de Generala del Ejército Argentino. Por todo esto te pedimos que protejas a nuestra Patria erigida según los designios divinos y que del uno al otro confín sepan los pueblos honrarla y que al postrarnos ante tu imagen de Virgen Generala resuene esta unánime aclamación:
¡Tu eres la gloria de nuestra Patria. Tú eres la honra de nuestro pueblo! ¡Tu la Generala de nuestro Ejército!.
NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES
REPÚBLICA DOMINICANA
Una de las imágenes de gran devoción en Santo Domingo, y la más antigua es la de Nuestra Señora de las Mercedes.
En marzo de 1495 Cristóbal Colón, acompañado de unos cuantos españoles, tuvo que enfrentar a un crecido número de indios acaudillados por un cacique. Levantaron una trinchera y junto a ella colocaron una gran cruz de madera.
Los indios lograron desalojar a los españoles, quienes de inmediato se replegaron a un cerro. Mientras tanto los indios prendieron fuego a la cruz y con hachas intentaban destruirla, sin poder lograrlo. Ante la agresividad de los indios, Colón y la mayoría de la tropa decidieron retirarse del lugar. Sin embargo el mercedario Fray Juan Infante, confesor de Colón, que llevaba consigo una imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, exhortó a los españoles a seguir combatiendo y les prometió la victoria en nombre de la Virgen.
Al día siguiente las fuerzas de Colón obtuvieron una increíble victoria frente a los indios, quienes se dispersaron por los montes. Luego de este suceso se construyó un santuario a Nuestra Señora de las Mercedes en la misma cumbre del cerro donde Colón colocó la milagrosa cruz.
NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED
Patrona de PERÚ
La devoción a Nuestra Señora de las Mercedes en el Perú se remonta a los tiempos de la fundación de Lima. Consta que los Padres Mercedarios, que llegaron al Perú junto con los conquistadores, habían edificado ya su primitiva iglesia conventual hacia 1535, templo que sirvió como la primera parroquia de Lima hasta la construcción de la Iglesia Mayor en 1540.
Los Mercedarios no sólo evangelizaron a la región sino que fueron gestores del desarrollo de la ciudad al edificar los hermosos templos que hoy se conservan como valioso patrimonio histórico, cultural y religioso.
Junto con estos frailes llegó su celestial patrona, la Virgen de la Merced, advocación mariana del siglo XIII.
Esta Orden de la Merced, aprobada en 1235 como orden militar por el Papa Gregorio IX, logró liberar a miles de cristianos prisioneros, convirtiéndose posteriormente en una dedicada a las misiones, la enseñanza y a las labores en el campo social. Los frailes mercedarios tomaron su hábito de las vestiduras que llevaba la Virgen en la aparición al fundador de la orden.
La imagen de la Virgen de la Merced viste totalmente de blanco; sobre su larga túnica lleva un escapulario en el que está impreso, a la altura del pecho, el escudo de la orden. Un manto blanco cubre sus hombros y su larga cabellera aparece velada por una fina mantilla de encajes. En unas imágenes se la representa de pie y en otras sentada; unas veces se muestra con el Niño en los brazos y otras los tiene extendidos mostrando un cetro real en la mano derecha y en la otra unas cadenas abiertas, símbolo de liberación. Esta es la apariencia de la hermosa imagen que se venera en la Basílica de la Merced, en la capital limeña, que fue entronizada a comienzos del siglo XVII y que ha sido considerada como patrona de la capital.
Fue proclamada en 1730 "Patrona de los Campos del Perú"; "Patrona de las Armas de la República" en 1823; y al cumplirse el primer centenario de la independencia de la nación, la imagen fue solemnemente coronada y recibió el título de "Gran Mariscala del Perú" el día 24 de septiembre de 1921, solemnidad de Nuestra Señora de la Merced, desde entonces declarado fiesta nacional, ocasión en que cada año el ejército le rinde honores a su alta jerarquía militar de "Mariscala". La imagen porta numerosas condecoraciones otorgadas por la república de Perú y sus gobernantes e instituciones nacionales. En 1970 el cabildo de Lima le otorgó las "Llaves de la ciudad" y en 1971 el presidente de la República le impuso la Gran Cruz Peruana al Mérito Naval, gestos que demuestran el cariño y la devoción del Perú a esta advocación considerada por muchos como su Patrona Nacional.
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FUENTE: Aciprensa.
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Respuesta católica a sectas


Las Sectas en Latinoamérica
3º Parte

P. Ignacio Garro, S.J.
Profesor del Seminario Arquidiocesano de Arequipa, ex profesor del Seminario de Trujillo.


3.- LA RESPUESTA DE AMERICA LATINA A LAS SECTAS PROTESTANTES Y A LOS NUEVOS MOVIMIENTOS RELIGIOSOS:

Se trata de conocer la respuesta que desde ambientes cristianos, y en concreto desde la Iglesia Católica de América Latina, se viene dando a la creciente y militante presencia del fenómeno de las sectas protestantes y de los nuevos movimientos religiosos en este continente.

Se puede hallar un denominador común ante esta problemática: Se puede decir que hay una "preocupación" y ésta se traduce en una doble actitud: "desafío" y "amenaza".

.- La preocupación ya le hemos visto al ver en las páginas anteriores las estadísticas aproximativas de las sectas en América Latina. No podemos quedarnos con los brazos cruzados pensando que el fenómeno es cosa "sin importancia", o cosa "pasajera", al contrario, tiene mucha importancia, pues a este paso y dentro de 20 años más de la mitad de América Latina será protestante, y tampoco es "cosa pasajera" pues las sectas crecen y van a más, mientras que la Iglesia Católica pierde sus fieles católicos.

Esto nos lleva a un planteamiento serio del problema, a analizarlo, entenderlo, y ver la manera de cómo hacemos que la Iglesia Católica siga siendo Madre y Maestra y continuadora de la obra de Cristo. No es un planteamiento meramente social, sino teológico, pastoral y salvífico. Es un planteamiento que implica una grave responsabilidad pastoral.

Se recordaba en el artículo anterior las elevadas cifras de católicos que anualmente se pasan a las filas de las sectas protestantes o de grupos religiosos. Cifras, que ya dijimos, pueden matizarse, pero que nos señalan por donde va el fenómeno religioso en América Latina. Y la cuestión clave sería preguntarse si realmente son "católicos practicantes" quienes se pasan a las sectas protestantes o son más bien:

" ... personas que, criadas en el mundo del catolicismo popular, dejaron de tener contacto vital y real con la Iglesia Católica ... y cuya participación en un servicio religioso no católico viene a ser en realidad la primera y verdadera experiencia religiosa de su vida" 15

La preocupación del abandono del Catolicismo es serio y real en la Iglesia Católica, así lo hemos visto en los documentos Oficiales de la Iglesia Latinoamericana CELAM de Puebla (1979) y Santo Domingo (1992). Segundo Galilea dice al respecto:

"Constituye un problema mayor para la pastoral actual de las Iglesias en América Latina. Y para varios Episcopados de las países del Caribe es el problema número uno. En diversas entrevistas, Obispos y Cardenales Latinoamericanos, que están libres de sospecha de ser exagerados, se han pronunciado sobre la gravedad de este problema para el pueblo católico y para el ecumenismo" 16.

Una vez que hemos visto la seria preocupación que hay en la Iglesia Católica acerca del fenómeno de las sectas y de los movimientos religiosos vamos a describir este mismo fenómeno desde el punto de vista de "amenaza" para la Iglesia Católica y "desafío" en la Iglesia Católica.

a.- Las sectas protestantes y los nuevos movimientos religiosos como "amenaza":

Gran parte de la documentación católica sobre sectas protestantes en América Latina muestran una seria preocupación por la invasión de sectas protestantes, su proselitismo descarado anticatólico y sus estrategias de expansión en este continente. Estos datos se pueden considerar como una "amenaza". Algunos textos nos pueden servir de ejemplo:

"Gracias a Dios, ya son varias las publicaciones que exponen la verdad acerca de los hermanos no católicos. Mejor sería llamarlos "hermanos ex-católicos". En efecto, en su gran mayoría eran antes católicos y, por ignorar su verdadera fe católica, la abandonaron; y, por ignorar las desviaciones que son las creencias no católicas, las aceptaron (como buenas). Quiera Dios que este trabajo sea un grano de arena para levantar el dique de contención contra la irresistible marea de las Iglesias y sectas que siguen invadiendo a América Latina con un ritmo de crecimiento anual del 11%. Así, los actuales católicos no dejarían tan fácilmente el arca de salvación en la que nacieron, y los católicos desertores, al verse náufragos zarandeados por los vientos y las olas de la astucia humana, Efes 4, 14, regresarán a la única nave segura donde Cristo, aunque aparentemente dormido, está presente, Mt 8,24" 17.

Osvaldo Santagada no duda en hablar de "invasión sectaria" y de las "tres estrategias sectarias en América Latina: el proselitismo de mala ley, la financiación de las sectas desde el extranjero, y de la ausencia de la Iglesia Católica aprovechada por las sectas", finalmente destaca el carácter foráneo de las sectas protestantes, y escribe:

"Si algo parece unificar a casi todas las sectas que aparecen entre nosotros es su origen cultural: todas provienen de Estados Unidos. Incluso cuando tratamos de movimientos aparentemente orientalistas, su punto de arranque o de financiamiento es de Estados Unidos. Bajo ciertos aspectos, todo esto es interesante para atender el rechazo del hombre católico de nuestro continente, que no se identifica con aquellos modelos culturales, o bien termina por hacerse de ellos. Aun las "falsas Iglesias católicas que han surgido entre nosotros tienen sus orígenes en centros norteamericanos".18

Mons. B. Kloppenburg, Obispo brasileño dice por su parte:

"Tenemos dos campos distintos: de un lado están los mismos sectarios con sus métodos proselitistas, tratando de penetrar entre la gente católica de América Latina; de otro lado tenemos los mismos católicos, más o menos fácilmente víctimas de esta propaganda ... Si pretendemos alcanzar sendos grupos armados y animados con la benévola actitud de comprensión, apertura y diálogo hacia los sectarios, tendremos una acción pastoral híbrida, que producirá en los sectarios grande alegría (porque les dejamos abiertas todas las puertas, y además les abrimos otras nuevas), y en los católicos una confusión, desorientación y perplejidad todavía mayores".19

Y León Trejos escribe:

"El fenómeno de las sectas debe interesarse a fondo, puesto que atenta no sólo contra la unidad social y religiosa, sino sobre todo porque cuestiona aspectos fundamentales de nuestra fe" 20

He aquí algunas muestras del enfoque que considera a las sectas y a los Nuevos Movimientos Religiosos en América Latina como una "amenaza", puesto que constituyen un atentado contra la unidad social y religiosa del continente Latinoamericano (L. Trejos), sus miembros en realidad son hermanos ex católicos (H. Zanuso), que han sucumbido a las estrategias de grupos con carácter foráneo (O. Santagada), y ante los que es cuestionable mantener una benévola actitud de comprensión, apertura y diálogo", (B. Kloppenburg).
El enfoque que ve estas sectas protestantes como "amenaza" se fundamenta en la convicción de que "el alma y la cultura latinoamericana son fundamentalmente católicas". Pero, desde tales presupuestos, que para muchos autores es un dato indiscutible, se siguen consecuencias que F. Damen expone con gran realismo: 21
.- La presencia de estas sectas destruye la integridad social y religiosa del continente
.- La conversión a otras creencias religiosas, dado que "atenta contra el carácter católico latinoamericano", sólo puede deberse a maquinaciones y estrategias inconfesables: como compra de conversiones, dinero del extranjero de las sectas, ventajas sociales o políticas, etc.
.- El aumento considerable de las sectas se debe a motivos y métodos ocultos y poco honestos, cuya mejor expresión es el proselitismo fanático y agresivo.
.- Existe, por último, una conspiración imperialista de los EE. UU. contra la idiosincrasia del pueblo latinoamericano, en el que las sectas son la punta de lanza ideológica encaminada a debilitar el catolicismo popular, ya que ésta es la fuerza unificadora de toda América Latina, (clara alusión a los informes Rockefeller y Documentos de Santa Fe. Informes realizados por el Departamento de Estado de Estados Unidos y con gran eficacia llevados a cabo, ahí están los resultados que hemos visto anteriormente en las estadísticas).

b.- Las sectas protestantes y los Nuevos Movimientos Religiosos como "desafío":

Existe un enfoque distinto del problema de las sectas y de los nuevos movimientos religiosos dentro del Catolicismo en América Latina. Consiste en considerar a estas sectas y movimientos como un "desafío", considerando su presencia, actuación y creciente incidencia en el continente latinoamericano como un verdadero desafío a la Evangelización, especialmente en el área de Catequesis, la Liturgia, y en general al modo de ser de la Iglesia Católica.
Esta perspectiva, asumida por algunos teólogos y por diferentes documentos del Episcopado, es positiva y reconoce el derecho de cada grupo religioso a ofrecer su propio mensaje. Sin embargo, también deplora públicamente, los métodos empleados por algunas sectas y movimientos religiosos a la hora de presentar su mensaje salvífico, pero en ningún caso considera América Latina como monopolio exclusivo de la Iglesia Católica. Valora, además, los aspectos positivos que deben reconocerse si es que el reto de las sectas es algo más que un simple juego de competencias entre los diversos mensajeros religiosos.

Ángel Salvatierra, consciente de los elementos menos limpios en la actuación de algunos grupos religiosos marginales, sabe sin embargo, que:

"el reto más importante de las sectas no viene de este lado, corrupto y alienante. Abundar en la supuesta conspiración ideológica del imperialismo (norteamericano) es taparse los ojos para conocer la realidad (religiosa) bajo todos sus aspectos" 22.

Y es que un análisis de la realidad sectaria no se agota aduciendo exclusivamente los aspectos negativos que puedan encontrarse en ellas. Por esto, aun reconociendo las consecuencias negativas de la presencia de las sectas A. Salvatierra resalta los valores positivos que, desde una seria aceptación del "desafío sectario", deben de reconocerse por parte de la Iglesia Católica. He aquí, a su juicio algunos elementos positivos de las sectas:

.- Sincera preocupación por llegar a las capas más pobres y desamparadas del pueblo Latinoamericano.
.- Constancia en la predicación y el valor que dan al contacto y testimonio de persona a persona.
.- Gran sentido de un cristianismo vivencial, basado en la Sagrada Escritura y animado por una oración viva.
.- Invitación al laicado a participar activamente en la acción misionera y ministerial de las propias comunidades.
.- Gran sentido de vida comunitaria y promoción de un culto religioso espontáneo, participativo, vivencial y alegre.
.- Interés en la recuperación moral de sus fieles (los evangélicos insisten en no tomar alcohol, no fumar, etc.).
.- Importancia del compromiso con la comunidad local y, consecuentemente, con todo aquello que afecta a la comunidad.

De todos es conocida la fácil descalificación de las sectas cuando se afirma demasiado indiscriminadamente su carácter extranjerizante. Por ello Salvatierra cita un texto de la Conferencia Episcopal Boliviana, presentado al CELAM para la IV Conferencia General de Santo Domingo, y que dice así:

"Varias comunidades cristianas no-católicas han logrado un mayor grado de inculturación en los pueblos indígenas que la Iglesia Católica ... La mayoría de las comunidades cristianas no-católicas y de las sectas cristianas han llegado a ser Iglesias locales, cuya religiosidad ha sido asumida y desarrollada por los pueblos en que se han asentado ..." 23
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Referencias:

15 J. Klaiber, SJ. "Cambios religiosos en América Latina" . Rev. Teol. Lima, 1992, Pgs: 434-448
16 S. Galilea, en prólogo del Libro de J. Diaz, "Las sectas, un desafío a la pastoral". Pg.7.
17H. Zanuso, "Iglesias y Sectas en América Latina", Pg, 5-6. op.cit.
18 O. Santagada, en "Caracterización y contenido de las sectas en América Latina". en "Las sectas en América Latina", Pgs: 27-28. Edit. Claretiana. Buenos Aires, 1989.
19 B. Kloppenburg, en "Movimientos pseudoespirituales", en "Las sectas en América Latina" Pgs: 225-226, op.cit.
20 L. Trejos, en "Mapa de las sectas en América Latina" en, "Nueva Evangelización y Ecumenismo", Pg. 409, op. cit.
21 F. Damen, en "Sectas, op. cit. Pg. 424 y s.s.
22 A, Salvatierra, en "Las Sectas, desafío a la pastoral", en "Nueva Evangelización y Ecumenismo", Pg, 464, op. cit.
23 A. Salvatierra, en "Las Sectas, desafío a ..." Pg. 469. op. cit.
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Continuará...
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Agradecemos al P. Ignacio Garro, S.J. por su colaboración.
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Curso "Forma tu Fe"


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A partir de este lunes 28 de Septiembre


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¡Felicidades P. Jesús Herrero, S.J.!


50 años de jesuita

El P. Jesús Herrero, S.J. cumplió el 18 de septiembre sus Bodas de Oro como jesuita y el 19 con la presencia de alrededor de seiscientas personas celebró la misa en la Iglesia de San Pedro. Acompañó el Coro del Colegio Fe y Alegría Nº5 de San Juan de Lurigancho.

Para unirnos a esta importante efemérides, compartimos el texto de su Homilía, y se les invita a ver el video de la ceremonia que el Hno. Víctor Atausupa SJ ha publicado en youtube:
El P. Jesús Herrero, S.J. es Superior de la Comunidad de San Pedro y ha dedicado muchos años de su vida sacerdotal al trabajo en los Colegios Fe y Alegría, esta labor y entrega fue reconocida en diciembre del año pasado cuando fue condecorado por el Gobierno peruano con las Palmas Magisteriales en el Grado de Amauta. Para ver la nota:

A continuación su homilía:

QUE PRONTO SE HACE TARDE


Compañeros jesuitas, amigos, amigas… me nace empezar casi por el final. Porque, en primer término, quiero agradecerles a todos Uds. su presencia hoy aquí celebrando conmigo mis cincuenta años de Jesuita, los primeros quince en formación y algunos paréntesis de aprendiz trabajador y los restantes treintaicinco trabajando en Fe y Alegría. Tengo razones para agradecer junto con Uds. por “tanto bien recibido”. Hace algo más de 49 años llegué al Perú.


A lo largo de estos cincuenta años he ido construyendo mi historia junto con muchos otros y muchas otras. Y seguimos juntos escribiendo nuestra historia. Porque siempre necesitamos ver el mundo, trabajando con el y para el, con la luz de otros ojos que no sean sólo los nuestros. Y nos aman, y nos quieren.


Es lugar común decir en una ocasión como hoy: ¡¡¡qué rápido pasó el tiempo…!!!. Por eso, qué pronto se hace tarde. Qué pronto el camino empezado el 18 de Septiembre de 1959, me sorprende hoy celebrando estos cincuenta años que tan lejos se me hacía entonces pensarlos. Los pasos en los años jóvenes siempre se perciben más rápidos, vigorosos, decididos… En los mayores esos pasos corren más lentos.


Que pronto se hace tarde… Porque uno quisiera seguir caminando con la misma velocidad y todo el ardor del mundo, con la rapidez, la energía y los bríos de los años primeros. En la tarde la “velocidad” y “voracidad” debemos sustituirla por los aprendizajes y experiencias ganadas en el camino. Ellas han sido y son, realmente, mi mejor equipaje.


A lo largo del camino, siempre fui encontrando huellas que guiaron mis pasos porque no fueron borradas ni por el viento, ni por las olas. Huellas firmes, resistentes, persistentes… como esas líneas nuestras de Nazca que, a pesar de haber sido trazadas en pleno desierto, ni la naturaleza, ni las gentes pudieran con ellas. Siempre encontré rostros y manos amigas que nunca podré olvidar. Porque nunca amanecieron para sí mismos. Su corazón velado por la renuncia de lo personal, abierto permanentemente a los otros, siempre se me sigue haciendo luz, acogida, ternura…


Al abrir el baúl de mis recuerdos -no se inquieten, no los voy a contar todos- siento que hacer memoria de ellos, me hace más humano. Resuenan todavía en mí, enseñanzas, actitudes, acogidas, palabras…En primer término de la familia. También de profesores, compañeros, amigos… que nunca dejaron de germinar en mi hacer y sentir cotidianos. Recordarlos hoy me ayuda a “gustar y sentir” qué buenos fueron conmigo. Qué bueno y paciente fue Dios conmigo.
Mi caminata por estos 50 años siempre la hice recordándolos. Mirar hacia atrás, para seguir haciendo el camino mirando hacia adelante. Cuando comencé, el mundo todavía no hablaba de “globalizaciones”. Las comunicaciones eras lentas, escasas y caras. Decían que había televisión a color e incluso aviones sin hélices. Yo no los conocía. Y la luna era el lugar donde “alunizaban” los poetas, pero no los astronautas.


Ingresé a la Compañía en tiempos de sotanas, tejas, balandranes, esclavinas, variandas, plúteos… No son malas palabras. Consulten el diccionario para saber su significado. También eran tiempos de silencios. A penas si teníamos unos breves espacios para poder conversar después de las comidas y a media tarde. Tanto me callaron que en el primer mes engordé diez kilos… ¡Y cómo olvidarse de los famosos “ejercicios de culpas”, supuestamente para corregirnos…!. Pensé que ni yo era para la Compañía, ni la Compañía para mí. Mientras estaba arrodillado en el centro de nuestra gran sala de reuniones, mis compañeros de noviciado desgranaban en voz alta todas las deficiencias que veían en mi: se me ofrece que el hermano respira muy fuerte y nos distrae en la Oración, se me ofrece que el hermano camina con los pies para dentro, se me ofrece que el hermano estornuda al revés… Claro… y se me ofrece que el hermano habla mucho en los tiempos de silencio… Y en los otros también, pensaba yo. ¡Qué raro..!. Yo, ¿hablando…?. Me tuvieron caminando con los pies para afuera como pato, tratando de estornudar al derecho, asfixiándome para no molestar con el ruido de mi respiro a los hermanos… Bueno han pasado cincuenta años y no lo lograron.


Felizmente, tamaños defectos tuvieron como resultado que hicieran caso a mi petición de venirme al Perú. De repente ahí no habría “ejercicios de culpas” y sirva para ser jesuita, pensaba. ¡¡¡Ignorante…!!!. En Julio de 1960 llegué a Lima. Aunque no lo crean aterricé en el hoy Ministerio del Interior, en un cuatrimotor a hélices. Aquí continué mi Noviciado y formación. Y aquí encontré familia y manos amigas que siguieron alimentando mis sueños, me acompañaron y acompañan con ternura, cercanía, acogida y, sobre todo, perdón… Encontré una segunda patria que más allá del DNI y Pasaporte que hace muchos años me otorgó, me ofreció su suelo para recorrerlo y admirarlo en sus ríos, selvas, nieves y mares… Y, sobre todo, fue alimentado mis sueños, acercándome a Dios, ayudándome a crecer, afianzando mis decisiones, construyendo mi esperanza. Me ayudaron a saber mirar y leer con los ojos del corazón. Me enseñaron a escuchar tantos silencios que hablan de aportes, desafíos, solidaridad, dificultades, búsquedas, generosidad, celebración… Así, mi propia historia se fue alojando en mí sin secuestros, ni silencios.


Mis primeros profesores y compañeros, aquí en Perú, ocupan hoy un lugar de privilegio en mi memoria. ¡¡¡Cómo no recordar aquel examen final de literatura en el que mi profesor jesuita me pidió leyera un poema de Baudelaire…!!!. Lo leí. Su pregunta: ¿qué “siente” hermano…?. Mudo. Insistió. Que… ¿qué siento…?, pues nada… Le desarmé y me desarmó. Felizmente decidió calificarme por lo que sabía y no por lo que sentía….


Y cómo no recordar a mi nuevo provincial en el Perú. En la primera entrevista al poco de llegar a Lima, pregunta para empezar: ¿Ud. hermano distingue entre “esperanza” y “confianza”…?. Caray, me dije en ese entonces, esto es más complicado que los “ejercicios de culpas”.
Ellos dos, junto con otros compañeros de noviciado, ya no pueden acompañarme físicamente. Cómo no recordar especialmente a Tito Tapia, o al Che Montemayor, o a Carlos, o a Alfonso Pedrajas, quien murió hace sólo unos días; o los 26 compañeros de promoción del colegio ya fallecidos, o mis papás y dos hermanos, familiares, amigas y amigos muy cercanos… Hoy sus ausencias se hacen muy presentes en la memoria. Porque siento que todos estamos hechos también de los ausentes.


Por estas y muchas cosas más… escogí las dos lecturas para esta Eucaristía. Expresan mucho de mis sentimientos en este hacer camino al andar durante cincuenta años.


Isaías no ignora la oscuridad que cubría al Pueblo, sus dificultades, sus luchas, sus carencias… Sólo eran para el Profeta una invitación a correr la cortina y saber ver la luz más allá de la oscuridad, la paz más allá de la violencia, el desarrollo y la justicia más allá de las carencias. Observa la Jerusalén humilde que apenas renace de sus ruinas y descubre toda su fuerza y riqueza. Dios habita en ella, como habita entre nosotros y nos anima a ser portadores de luz, de paz, de unidad… Porque, como dice el Papa en su última Encíclica: “la sociedad, cada vez más globalizada, nos hace más cercanos, pero no más hermanos”.


Es un texto, como muchos otros, que nos abre a la Esperanza y a nuestros sueños. Mira la realidad para soñarla diferente, para transformarla. Y, porque la mira con los ojos de Dios, no son sueños de diván o de inconscientes clandestinos. Se me hacen memoria soñadores como José María Vélaz, fundador de Fe y Alegría. Cuando soñó cientos de colegios en los lugares más empobrecidos de América Latina, miles de alumnos y alumnas, cientos de talleres… muchos pensaban que el manicomio era su sitio. Como se me hacen memoria los sueños de Luther King, o de Gandhi, o Teresa de Calcuta…


Me descubren mis propios sueños e ilusiones. Aquellas que tuve de joven cuando tomé la decisión a los 17 años de ser Jesuita y venirme al Perú. Aquellas que hoy continúan iluminando mi camino, invitándome a seguir mirando la realidad con los ojos de Dios, para transformarla, para hacerla más humana, más gozosa, más tierna, más justa… Sin duda con búsquedas y lecturas diferentes, porque ya no son tiempos de “pies hacia dentro” o “estornudos al revés”. El tren de la historia nos marca nuevos rumbos y estaciones.


Por el camino algunos compañeros bajaron en otros paraderos. En esta Eucaristía me uno a ellos que buscaron caminos nuevos para servir a Dios compartiendo el mismo ideal de ser compañeros de Jesús, en la construcción de un mundo más justo y humano.


Como lo señaló Luther King en su famoso discurso “tengo un sueño”: “las bóvedas de las oportunidades en este país, están repletas”. ¿Por qué no trabajar para abrirlas y que alcance para todos y todas…?.


El texto de Isaías termina con una invitación: ¡abran las puertas…!. Son las mismas palabras pronunciadas por Benedicto XVI en el inicio de su Pontificado: “¡¡¡no teman, abran más las puertas, ábranlas de par en par a Cristo…!!!. Quien deja entrar a Cristo no pierde nada y gana el ciento por uno”. Y esta ha sido mi experiencia.


Isaías nos invita a tener y dar razones de nuestra Esperanza. Desde luego, no nos llegará en paracaídas. La tenemos que seguir construyendo en la cotidianeidad de cada día. No es fácil ser testigos de la Esperanza. Porque hoy la sociedad nos invita, como leía hace poco en un artículo de Luis Jaime Cisneros, a reemplazar la “felicidad” por “éxito”. Y ocurre que el éxito está ligado al poder, al dinero, al tener, al prestigio… Y ello no garantiza la felicidad.


Sin embargo, mi empeño de estos 35 años en Fe y Alegría ha sido y sigue siendo acompañar a nuestras religiosas y religiosos, a profesoras, profesores y administrativos, a nuestros alumnos y padres de familia, para que sean felices. Y, si lo son, ese será Mi y SU ÉXITO. Enseñando o acompañando, compartiendo, sanando historias personales con tantas heridas, amando la vida y amándose… La felicidad no nos la regalan. La vamos trabajando, conquistando… cada día. Y porque la trabajamos con los demás y para los demás, la GOZAMOS. Este quisiera que fuera siempre MI y NUESTRO ÉXITO. Abriendo siempre nuestros ojos, nuestras manos, nuestras palabras… para saber “escuchar” los silencios de los diferentes y envolverlos en miradas que los abracen, como nos pide nuestra última Congregación General a los jesuitas.


Por eso, hago mías las palabra de María en su canto del Magníficat: “Se alegra mi espíritu en el Dios mi Salvador, porque ha hecho grandes cosas en mi…”. Fiel al Anuncio y al Misterio, se pone en camino y marcha aprisa para acudir a quien puede estar necesitando de su presencia. La prima Isabel. No solo es portadora de vida. La anuncia. Y lo hace con un himno de Acción de Gracias.


Nos reunimos aquí en una Eucaristía de Acción de Gracias. Gracias que son mías y de todos Uds. Porque estos cincuenta años no los he vivido solo, sino rodeado de la acogida, el cariño y la compañía de todos y todas Uds. No celebro solo mi jubileo. En alguna medida es también jubileo de Uds.


Pero, Además de Uds. y con Uds. mi acción de gracias dirige mi memoria a los tres espacios más significativos:


Gracias, en primer término, a mi familia. Hoy su ausencia se hace más presente que nunca. En ellos las carencias, las limitaciones, la emigración, las dificultades, los dolores… nunca se hicieron queja, sino posibilidad. Mis padres fueron testigos sufrientes de dos guerras mundiales y una guerra civil con un millón de muertos, que los vistió y nos vistió con la túnica de la pobreza y las carencias. Ello hizo más fuerte su amor. Siempre he sentido que sus diferencias fue lo que más les unió. Y nos enseñaron a querer y respetar a todos y más a quienes no pensaban o sentían igual. Siempre me impresionó su capacidad de perdonar y acoger aún en circunstancias muy difíciles.
Gracias, en segundo lugar, a la Compañía de Jesús. Gracias a tantos profesores y compañeros que me fueron animando con paciencia y sin ella, a ser “compañero de Jesús”. Como lo quería San Ignacio, cuyo bello altar es el primero de la izquierda de esta hermosa Iglesia de San Pedro. Trataron siempre de señalarme la hoja de ruta para interiorizar el espíritu de Jesús: su manera de ser, su talante, su invitación a seguirle... Me hicieron conocer la Buena noticia y me animaron también a ser portador de Buenas Noticias. Me alentaron siempre a saber esperar, alegrarme y festejar con el hermano que regresa a casa, tal vez cabizbajo, cansado, dolido… Me enseñaron a acercarme para curar heridas de la violencia humana. Me enseñaron a descubrir “abundancias” detrás de tantas carencias.


Gracias, finalmente, a Fe y Alegría. Como suelo decir, estudié en tres Universidades. Pero mi Universidad real, donde más he aprendido, la que más me ha marcado, la que más me ha hecho gozar y sufrir… han sido mis treinta y cinco años trabajando en Fe y Alegría. Directoras y directores, cientos de maestras, maestros, administrativos, amigos y amigas… son parte de ese gran equipaje que me acompaña todo el camino. Nuestros profesores y profesoras han sido mis mejores maestros. Ellos me enseñaron a llenar los arenales de esperanzas que tenía dormidas. Despertaron mis sueños y el desierto se hizo oasis de saberes, de capacidades, de habilidades… Y la sonrisa escondida de muchos niños, niñas, adolescentes, jóvenes y aún adultos, se hizo blancura compartida, Acción de Gracias, como la de María en la lectura de hoy.


Con cientos de maestras y maestros hemos compartido juntos amistad, palabras, vida, ilusiones, amores, desamores, carencias, limitaciones, esperanzas… Hemos celebrado matrimonios, bautizos, despedidas definitivas. No me he sentido maestro de nadie. Simplemente compañero y amigo. Y juntos nos hemos ido también acercando a Dios. Cuántas veces Uds. me invitaron a sus casas y compartieron su pan en mesas cuyo único mantel, muchas veces, es la pobreza. Pero sus mesas siempre están repletas de acogida, de cariño, de ternura, de amistad… Con Uds. he compartido también frecuentemente y comparto hoy, el Pan de esta mesa del Altar, con el que Dios nos regala. Gracias por haberme acompañando tanto tiempo y animado mis pasos.
Todas estas son razones suficientes para que “mi alma engrandezca al Señor, y mi espíritu se alegre en el Dios que me salva…”


Quiero terminar leyéndoles dos estrofas de una canción que hace pocos días me llegó, compuesta por un profesor de Fe y Alegría en Ecuador:


MENSAJERO DE LA FE Y MAESTRO DE LA ALEGRIA

“Quiero que me muestres un país
Donde los niños pinten sueños en canciones
Donde las niñas siembren risas de color

Un país del tamaño de mis sueños
Un lugar de nuevo pensamiento
Una ilusión de romper toda frontera
Mi hogar donde aprendamos a soñar…”

Sólo me queda plagiar de Manuel Raygada su vals, para poder decir:

Tengo el orgullo de haberme hecho peruano y soy feliz.
Tengo el orgullo de trabajar durante 35 años en Fe y Alegría y soy feliz
Tengo el orgullo de ser jesuita y soy feliz.


Jesús Herrero S.J.
19 septiembre de 2009

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Agradecemos al P. Rómulo Franco, S.J. por compartir esta Nota.

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Tomás Sitjar Fortiá, S.J. Beato



Presbítero y Mártir
Martirologio Romano: En la ciudad de Gandía, de Valencia, España, beato Tomás Sitjar Fortiá, presbítero de la Compañía de Jesús y mártir, que, persecución contra la Iglesia, derramó su sangre por Cristo (1936).
Fecha de beatificación: El Papa Juan Pablo II lo agregó al número de los beatos proclamados el 11 de marzo del 2001, en la ceremonia en que beatificaba en la Plaza de San Pedro a 233 víctimas de la guerra civil española.
Tomás Sitjar Fortiá nació el 21 de marzo de 1866 en Girona (Cataluña), e ingresó en la Compañía en el noviciado de Veruela (Zaragoza), el 21 de julio de 1880. Estudió Filosofía en Tortosa, y durante ocho años hizo su magisterio enseñando Filosofía en el Seminario Diocesano de Montevideo (Uruguay).
Volvió a Tortosa para estudiar Teología y recibió el sacerdocio en 1900, enseñando luego Filosofía durante nueve años en el mismo lugar y luego en Sarriá. Acto seguido fue nombrado superior de la residencia de Tarragona (1923-1929), y hasta la supresión de la Compañía en España, sería rector de Gandía (1929-1932). Desde entonces hasta el estallido de la guerra en julio de 1936 vivió en un apartamento con el H. Pedro Gelabert.
Una semana después (25 julio 1936), se oyeron fuertes golpes en la puerta, pero el P. Sitjar no abrió hasta que su compañero no saltó por una ventana. Le apresaron y llevaron a una escuela convertida en cárcel. A la mañana siguiente se le unieron los H. Gelabert y Ramón Grimaltos Monllor y el P. Constantino Carbonell Sempere.
Algunos amigos les visitaron y les facilitaron comida y ropa, hasta que el día 17 y 18 de agosto desfilaron ante un tribunal, sólo para esperar que uno o dos días más tarde, prometiéndole que le pondrían en libertad, llevaron a Sitjar con otros dos presos cerca de Palma de Gandía, y allí a las tres de la madrugada les ejecutaron. Los otros jesuitas fueron fusilados camino de Valencia el 23 de agosto, mientras un total de 12 jesuitas (7 sacerdotes y cinco coadjutores), cayeron de modo similar entre el 19 de agosto y el 29 de diciembre.
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P. Jorge Crooke Gorría, S.J.


“Lo que Dios quiera, hasta que Dios quiera” - P. Jorge Crooke, S.J.

-Actualizado al 21 de septiembre-



El lunes 14 de septiembre el P. Jorge Crooke S.J. partió a la Casa del Padre. Sus últimos años los vivió en la comunidad de San Pedro, participando en la Parroquia y en especial acompañando y guiando a una Comunidad de Vida Cristiana (CVX)


A continuación transcribimos el mensaje del P. Jerónimo Olleros S.J. Socio del Provincial, la nota del Provincial P. Carlos Rodríguez Arana S.J. y la Homilía de la misa del 15 de septiembre por el P. Benjamín Crespo, S.J.



El P. Jerónimo Olleros SJ, Socio del P. Provincial, nos acaba de informar que en la mañana de hoy falleció en la enfermería de Fátima Jorge CROOKE GORRIA SJ. Tenía 73 años y hoy mismo cumplía los 55 de jesuita. "Encuentra la Paz del Señor y nos unimos en la oración para que se la conceda del todo", nos escribe el P. Socio.

Como muchos ya saben, en los últimos meses su salud se fue deteriorando cada día, situación que él vivió con gran paz y ejemplar confianza en el Señor.

Hoy es la Fiesta Patronal del Señor de Huamantanga en Jaén, que él presidió muchas veces como Vicario General, pues trabajó muchos años desde que Mons. Augusto Vargas era Obispo.



Nota del Provincial P. Carlos Rodríguez Arana SJ:


JORGE CROOKE GORRÍA, S.J.



Ayer por la tarde lo visitamos junto con el Hno Diego Díaz. Estaba tranquilo, pero ya se le notaba su extrema fragilidad. Estaba tranquilo. “Lo que Dios quiera, hasta que Dios quiera” me decía en una voz que casi no se oía.

Ha sido dura la última etapa de su vida. Tuvo que pedirme su destino a la Enfermería porque sentía que en San Pedro ya no podía hacer mucho y debía estar yendo y viniendo casi a diario. Me decía que creía que lo mejor era vivir ya en Fátima, porque se sentía cada vez más débil y dependiente del oxígeno. Era consciente de su debilidad, de su enfermedad y aceptaba la muerte con una serenidad envidiable. “Hasta cuando Dios quiera”.

Ingresó a la Compañía con 18 años y muy pronto llegó al Perú donde ha vivido prácticamente toda su vida de jesuita. Y entre nosotros tuvo diversas misiones. Enseñó en el Colegio de la Inmaculada del que fue varios años Prefecto. Era muy popular y muy querido “el Loco Crooke” entre los muchachos. Fue durante varios años Vicario del Obispo de Jaén, Mons. Augusto Vargas y desempeñó su cargo allí con mucha aceptación de la gente, sobre todo de los sacerdotes diocesanos. Gozaba de la confianza de Mons. Augusto y del afecto de la gente por su cercanía y servicialidad. Se desempeñó también como Rector del Colegio San Ignacio de Loyola en Piura. Fue Párroco en Desamparados, cuando la muerte repentina le llegó a Enrique Monteverde. Estuvo luego en San Pedro como confesor y Vicario Parroquial. Una vida itinerante. Fue disponible y estuvo abierto para recibir generosamente, con un corazón despierto, las diversas misiones que se le encomendaron.

Buen compañero y amigo. Un jesuita trabajador y comprometido, cercano a los pobres y necesitados. Muy sensible ante las injusticias y los malos tratos de los que siempre protestaba defendiendo a los débiles y sacando fuerzas para que la justicia estuviera presente en todos los ámbitos del país.

Nos deja este “servidor fiel” del Evangelio, en su ley, el “Loco Crooke”. Que el Señor le dé descanso por todo lo que sufrió en estos últimos tiempos y que en compañía de los santos, en el cielo, donde la contaminación y la enfermedad están superadas, pueda seguir fumando eternamente.


Homilía de la Misa de cuerpo presente por el P. Benjamín Crespo, S.J., martes 15 de septiembre en la Comunidad de Fátima.


HOMILÍA SOBRE JORGE CROOKE GORRÍA S.J.

Parroquia de Fátima, 15 setiembre del 2009

Estamos reunidos esta tarde para hacer memoria agradecida de la vida, vocación y ministerio sacerdotal de nuestro querido Jorge Crooke. Todos los que estamos aquí presentes podemos expresar nuestros recuerdos cariñosos de nuestra amistad personal con “el loco Crooke” como lo llamábamos los que fuimos sus alumnos en el Colegio de la Inmaculada, apodo que siempre lo caracterizó durante toda su vida.

Nuestro buen Dios lo llamó a su lado en el aniversario de su ingreso a la Compañía de Jesús, en el Noviciado de Aranjuez, de la provincia de Toledo, un 14 de setiembre de 1954, hace justo 55 años, respondiendo cuando tenía 18 años a la invitación personal de Jesucristo con total generosidad con “determinación deliberada de vivir y morir in Domino con esta y en esta Compañía de Jesús nuestro Criador y Señor” (Constituciones, Examen 51).

Jorge vino al Perú siendo novicio a esta casa de Miraflores y aquí en el Perú vivió prácticamente toda su vida de jesuita trabajando pastoralmente en las diversas misiones que la Compañía le confió: en el Colegio de la Inmaculada, primero siendo maestrillo como subprefecto y profesor de los alumnos, y años después siendo ya sacerdote fue Prefecto, Profesor y Espiritual. En Jaén, como Vicario de Monseñor Augusto Vargas en el Vicariato de San Francisco Javier, desempeñó su cargo allí con mucha aceptación de la gente, sobre todo de los sacerdotes diocesanos. Gozó de la confianza de Monseñor Augusto y del afecto de la gente por su cercanía y servicialidad. También estuvo en dos ocasiones en el Colegio San Ignacio de Loyola en Piura, primero como Prefecto y luego de Rector. Fue también Párroco en la Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados y Vicario Parroquial y Confesor en la Parroquia de San Pedro, y finalmente en la Enfermería de Fátima, cuidando su salud, compartiendo su cariñosa amistad en conversas, enviando correos, y así fue día a día entregando su vida a Dios en la Compañía de Jesús.

Nuestro buen Dios también lo llamó a su lado para siempre en el día de la Exaltación de la Santa Cruz, cuya fiesta muchas veces celebró durante sus años de trabajo pastoral en Jaén, con la devoción popular del Señor de Huamantanga, cuya imagen es muy querida por el pueblo pobre, humilde y sencillo, a quien Jorge sirvió con especial afecto y solicitud, cercano a los pobres y necesitados, sintiéndose identificado con los rostros humanos de Jesucristo. Muy sensible ante las injusticias y los malos tratos de los que siempre protestaba defendiendo a los débiles y sacando fuerzas para que la justicia estuviera presente en todos los ámbitos del país.

Celebramos esta Eucaristía, esta acción de gracias, en la que despedimos a Jorge, en el día de la Virgen de los Dolores, con la seguridad que ella, ya calmó todos sus dolores y sufrimientos, y con ella goza para siempre de la presencia de nuestro buen Padre Dios en el cielo.

Ayer nos recordaba Carlos las que fueron las últimas palabras que escuchó de Jorge como despidiéndose plenamente consciente de su debilidad, de su enfermedad, aceptando la muerte con una serenidad envidiable: “lo que Dios quiera, hasta que Dios quiera, hasta cuando Dios quiera”. Jorge nos dio ejemplo de hacer siempre la voluntad de Dios, de vivir centrado en Dios, sintiéndose en las manos de Dios, experimentando con profundidad que en su vida, su vocación, su ministerio, su enfermedad y su muerte siempre Dios tuvo la iniciativa y que él aceptó con total disponibilidad, con un sentido muy personal de pertenencia total a Dios.

En estas pocas horas desde la noticia de su fallecimiento, he recibido varios testimonios de quienes fuimos sus alumnos en la Inmaculada, expresando su sentir y dolor y al mismo tiempo su recuerdo cariñoso y agradecido del jesuita formador, que siempre trató con rectitud y firmeza como Prefecto de Disciplina, y al mismo tiempo del jesuita amigo y compañero, que marcó la vida para siempre, por su bondad, su cercanía, su trabajo incansable, su aprecio personal por cada uno.

Menciono algunas frases para compartirlas con todos, especialmente con Jorge en esta eucaristía: “los que tuvimos la suerte de conocer a Jorge Crooke , nuestro querido “loco” sabemos que se nos va por encima de todo un extraordinario ser humano, alguien que fue y seguirá siendo parte de la historia de los grandes formadores de nuestro querido Colegio… Jesuitas como Jorge Crooke son los que necesitamos para seguir formando líderes que sigan pensando en los demás como parte de uno mismo…siempre estaré agradecido al curita loco, Dios lo tenga en su gloria... Excelente sacerdote y disciplinario prefecto. Estoy seguro le será de gran ayuda a San Pedro para identificar a los que se portaron mal en la tierra y fijarles el castigo requerido… Cuando algo le molestaba se ponía colorado y gritaba con su dejo español del seseo, pero rápido también se le pasaba. Fuimos afortunados de haber tenido maestrillos, hermanos y sacerdotes jesuitas tan cerca en nuestros doce años de formación escolar, privilegio que comprometió nuestras vidas para servir más a Dios y a nuestros hermanos.

El ¨loco¨ fue para la gente de mi promoción un ejemplo de rectitud, un formador inigualable del carácter y del espíritu...recuerdo una de sus máximas ¨O blanco o negro. ¡Pero NUNCA gris!¨…un jesuita de apariencia seria e impenetrable, pero de un interior lleno de sensibilidad humana y exaltante amistad, pleno de atención a los problemas de otros. Muy trabajador y sumamente consecuente entre lo que decía y hacía. Son pocos los instantes en que uno va por la vida y se tiene la suerte de cruzarse con personajes tan imperecederos como Jorge Crooke Gorría... Muchos recuerdos vienen en este momento a mi memoria, pero por encima de todo, la admiración y el cariño por un "formador y educador" que marcaron a muchas generaciones de exalumnos de nuestro querido colegio”.

Al final de su vida, Jorge hizo suyas estas palabras de honda significación en nuestro ser jesuitas “Como en la vida toda, así también en la muerte, y mucho más, debe cada uno de la Compañía esforzarse y procurar que Dios Nuestro Señor sea en él glorificado y servido, y los prójimos edificados” (Constituciones 595).

Así sea

Benjamín Crespo, S.J.

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Fuente: Noticias para los Amigos, del P. Rómulo Franco, S.J.


Homilías - Vivir conforme a la verdad - Domingo 25º T.O. (B)





P. José Ramón Martínez Galdeano, S.J.†

Lecturas: Sab 2,17-20; S.53; St 3,16-4,3; Mc 9,30-37



El evangelio de hoy toca el mismo argumento que comentamos el domingo pasado: Jesús predice otra vez de modo expreso y claro su pasión, muerte en cruz y resurrección. Los dos textos están cercanos; el primero fue en el capítulo anterior; en el siguiente Jesús volverá a repetirlo. Además de estas profecías sobre su pasión, muerte y resurrección hay otros lugares, tanto en los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) como en el de San Juan, que evidencian que Jesús tuvo siempre muy claro, desde el principio de su vida hasta el final, su destino a la muerte en cruz y resurrección (v. Jn 2,22; 3,14; 6,64; 7,19.33-34; 8,27.40; 10,11-17; 12,7.27.32; 13,1.21.33; 14,2-3.19.30-31; 16,5-7.20; 18,11).

Esto patentiza con toda claridad el valor salvador primero y fundamental de la pasión de Cristo, su muerte en cruz y su resurrección. El texto dice que Jesús “iba instruyendo a sus discípulos”. Es decir que se trata no de meras conversaciones que se entrecruzaban, sino de ideas que los discípulos tenían que interiorizar, meter en la cabeza y no olvidarlas, para ponerlas en práctica y transmitirlas a su vez a los que creyeran, de modo que así, practicándolas, pudieran salvarse. Por eso están en los evangelios. Recogen la catequesis cristiana de los apóstoles. Ya sabemos que Marcos transcribe la catequesis de Pedro en Roma. Bien que le costó a Pedro aceptar la necesidad de la pasión. Lo veíamos el domingo pasado. Cristo insistió, los evangelios insisten. Es que se trata de algo vital. También nosotros debemos insistir. Frente a los que piden milagros y los que piden sabiduría humana, “nosotros –como Pablo –tenemos que predicar a Cristo y a Cristo crucificado” (1Cor 1,23). Él es lo único que hay que saber, el único que nos salva y nos puede salvar.

También esta segunda profecía, que hace a solos los Doce, comienza con la misma expresión enfática y solemne: “El Hijo del Hombre”. No entra, como en la primera, en detalles; tampoco los hay en los paralelos sinópticos (las narraciones de Mateo y Lucas); por lo que parece que Jesús mismo no fue más explícito. Sólo dice que “va a ser entregado (que incluye el ser cogido preso), que lo matarán (no nombra la cruz) y que a los tres días resucitará (en San Mateo la expresión es “al tercer día” como fórmula equivalente).

Dice el texto que “no entendían aquello y les daba miedo preguntarle”. Reacción psicológica normal del miedo ante el futuro. Miedo y rechazo ante un futuro contra el que no se puede hacer nada: el silencio, hablar de otra cosa. Por eso rompen su comunicación con el Maestro; él iba delante y ellos se arrastraban detrás, hablando de lo que a ellos les interesaba más. ¿De qué? Pues de “quién era el más importante”. ¡Qué distintos sus pensamientos de los de Jesús!

Cuando llegan a casa, probablemente la de Pedro, en Cafarnaúm, Jesús se acerca a un niño, quizás de la casa, que ha corrido a saludarle. ¿Hijo? –Pedro estaba casado -- ¿Sobrino? El evangelio no dice nada. Sería un detalle para nosotros entrañable, bonito. Pero fíjense en la forma de redactarse los evangelios. No se buscan curiosidades, ni son meras lecturas piadosas. A los evangelistas interesan sólo las palabras y obras de Jesús. Ahí está la vida.

Son interesantes los detalles. Jesús se sienta. Entre los judíos era la costumbre que el maestro se sentase para enseñar. Jesús se sienta. Va a enseñar, se trata de algo importante, que lo discípulos deben aprender. Llama a los doce, a todos. Pone al niño en medio y solemnemente les dice, refiriéndose a la conversación que se trajeron en el camino: “Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”. Ninguno de ellos pensaba así y por eso no habían entendido nada de su profecía ni lo entenderían. En la cena de pascua estarían peleando por los primeros puestos. Por eso eran incapaces de comprender su muerte y de esperar su resurrección. Sólo la gracia del Espíritu les abriría el corazón y los ojos de la fe. Aquel niño que pone delante de ellos resume la doble lección, que Mateo expone con más nitidez: Hay que hacerse humilde como un niño, no creerse con derecho a mandar ni ser el primero, sino feliz con el último caramelo o la última caricia. Y la otra lección es la de la predilección que Dios tiene con los humildes: Desprecia a los soberbios y a los humildes les da su gracia (St 4,6). Es una constante en la revelación.

Igual que en los pobres Jesús se identifica con los niños. Padres, educadores, catequistas, todos los que tratamos con niños, respetemos a los niños. No son para nuestra utilidad. Están llamados, como nosotros, a acercarse a Dios, a conocerle como Padre, a amarle y gozar de su amor. Planteado este tema no se puede menos de condenar el aborto voluntario, que no es sino una forma de matar. Toda conciencia recta lo tiene que reprobar. Un creyente mucho más. En un momento de fuerte corriente a favor del aborto como un derecho, los creyentes debemos tener las ideas claras y exponerlas cuando la ocasión lo amerite sin miedos ni complejos.

Los santos son los especialistas de Dios y de los medios para alcanzarlo. Ellos nos enseñan de obra y de palabra que el ejercicio de la humildad y la paciencia en la cruz, la benevolencia con los pobres, los últimos y los que sufren, son un medio maravilloso y necesario para alcanzar la perfección cristiana.

Escribe así Santa Rosa de Lima: «El divino Salvador con inmensa majestad dijo: “Que todos sepan que la tribulación va seguida de la gracia; que todos se convenzan que sin el peso de la aflicción no se puede llegar a la cima de la gracia; que todos comprendan que la medida de los carismas aumenta en proporción al incremento de las fatigas. Guárdense los hombres de pecar y de equivocarse: ésta es la única escala del paraíso, y sin la cruz no se encuentra el camino de subir al cielo”. Apenas escuché estas palabras experimenté un fuerte impulso de ir en medio de las plazas a gritar muy fuerte a toda persona de cualquier edad, sexo o condición: Escuchen, pueblos, escuchen todos. Por mandato del Señor, con las mismas palabras de su boca, os exhorto: No podemos alcanzar la gracia, si no soportamos la aflicción; es necesario unir trabajos y fatigas para alcanzar la íntima participación en la naturaleza divina, la gloria de los hijos de Dios y la perfecta felicidad del espíritu. ¡Ojalá todos los mortales conocieran el gran valor de la divina gracia, su belleza, su nobleza, su infinito precio, lo inmenso de los tesoros que alberga, cuántas riquezas, gozos y deleites! Sin duda alguna se entregaría con suma diligencia a la búsqueda de las penas y aflicciones. Por doquiera en el mundo antepondrían a la fortuna las molestias, las enfermedades y los padecimientos, el incomparable tesoro de la gracia. Tal es la retribución y el fruto final de la paciencia. Nadie se quejaría de sus cruces y sufrimientos, si conociera cuál es la balanza con que los hombres han de ser medidos.»


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Voz de audio: Guillermo Eduardo Mendoza Hernández.
Legión de María - Parroquia San Pedro, Lima. 
Agradecemos a Guillermo por su colaboración.

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P. José Ramón Martínez Galdeano, jesuita
Director fundador del blog