P. Eduardo Bastos Noreña S.J., un hombre de fe y de justicia


Partió a la Casa del Padre

Ha fallecido a primera hora de la mañana (5 am, jueves 2 de abril), en su Comunidad de Fátima, en forma totalmente sorpresiva e inesperada, en plena actividad, el P. Eduardo BASTOS NOREÑA SJ, un poco antes de salir a decir su Misa diaria en Villa El Salvador.

Uno de los jesuitas de mayor presencia en el país, economista convencido, conocido sobre todo por sus libros de divulgación de la Doctrina Social de la Iglesia (¿quién no ha leído en quinto de media "Visión Cristiana del Mundo", escrito con el P. José Luis Idígoras?), y en general por su pionera y numerosa obra editorial desde el Centro de Proyección Cristiana, y conferencias por todo el país, iba a cumplir 85 años en noviembre. Había cumplido 55 años como sacerdote, y 67 años como jesuita."Que nuestra oración sea para poner su vida en las manos del Señor donde descansa después de todas las tareas, dando gracias por la bondad con que vivió entre nosotros", nos escribe el P. Jerónimo Olleros al darnos la noticia.

La misa de sepelio de Eduardo Bastos fue el viernes 3 de abril, a las 15:00 horas en la Iglesia de Fátima.

A continuación publicamos la nota necrológica enviada por la Curia Provinical a los jesuitas, según costumbre.

En la mañana de hoy, muy temprano, falleció en su comunidad de Fátima el P. EDUARDO BASTOS NOREÑA, S.J. Puede que anduviera un tiempito, algo despistado, buscando su habitación en el Cielo, pero pronto la habrá encontrado y sobre todo la mano de Dios, amiga, para llevarlo con Él. Bastos, bien amigo también, le habrá reconocido de inmediato, ahora ya sin perderse, sin dudar un minuto.


Eduardo fue un hombre de fe. Y de justicia. En lo de Dios, no se perdía. Si le vimos descuidado en otras cosas, en lo que nunca se descuidó fue en vincular el evangelio y las ciencias sociales. Iba descifrando el complejo mundo de la economía, de la mano de la Doctrina Social, en las universidades de San Agustín de Arequipa (58-63), la PUCP (63-67), la Agraria (70 y 71), la Villarreal (73-82), la Facultad de Teología (88-99) y los últimos ocho años en el Instituto “Juan Landázuri” de la Orden Franciscana. En nuestras bibliotecas está la colección de 77 números de “Encuentro - Selecciones para Latinoamérica”, esa revista que componía y diagramaba con esmero para que tuviéramos a nuestro alcance lo que se piensa en otras latitudes. Bastos fue alguien que ya hace tiempo iba tendiendo puentes.


Constante e incansable en su misión, a sus 84 años (67 en la Compañía) seguía dando ejemplo de trabajo, día y noche, la semana y los fines de semana. Su última tarea, por ejemplo, era traducir una obra sobre Duns Scoto. Para él era una pasión aprender más y darlo a conocer. Sobre todo con el corazón; nos deja el recuerdo de alguien que compartía mucho, que se acercaba siempre y saludaba sonriendo, que confiaba y se empeñó en ser útil, hasta el final. En Villa el Salvador lo comprobaban por su bondad, por sus sencillos consejos, por haber hecho posible la cercanía de Dios entre ellos con solamente ir a visitarlos.


Ha sido un gran amigo. Bueno, generoso con lo suyo, sin buscar para sí más que el dar todo, animando a otros a estar en paz y a confiar. Creía en lo comunitario, defendió las cooperativas, acompañaba comunidades cristianas, exigía responsabilidad social…, sirvió a la Iglesia; sabía que Dios es comunión y nos llama a crear comunidad.


Le vamos a extrañar mucho. Siempre comentábamos sus anécdotas en toda la Provincia por su ingenuidad: esa ingenuidad que ahora le ha valido para llegar al Reino con la esperanza viva porque creía mucho, porque confiaba siempre, porque supo amar de corazón. Y para disfrutar ya para siempre la economía de la salvación, que no padece crisis ni crea desequilibrios. Tal vez ahora sea él el que, desde el Cielo, esté viendo que somos nosotros los que aún andamos un poco perdidos y despistados en este mundo.


Que descanse en el Señor este buen compañero de Jesús que puso todas sus fuerzas en amar y servir en todo.

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Agradecemos al P. Rómulo Franco SJ por compartir la nota.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tantos recuerdos gratos con el Padre Eduardo, mi profesor. ¡Tanto aprendí de él! Que Dios lo tengo consigo.

Anónimo dijo...

Que descanse en Paz al recordado Padre Bastos. Recuerdo la pasion y entrega total de su conocimiento en las clases de economia en la Universidad Villarreal.

Tuve la suerte de tenerlo como profesor, consejero y lider. Su sencillez y amor hacia el projimo sin distintion de clase son UNOs de muchas ensenanzas que llevo siempre en mi.

Gracias profesor Bastos!

Anónimo dijo...

I was very lucky to have Padre Bastos as my professor of Economia en la U. Villarreal, as my advisor, and as a leader. I carry with me many of his teachings and especially the love, unpretentious way to reach out to those in need.

I was very lucky to be her student, indeed! He believed in me.

Thank you, Padre Bastos.